En el año 2001 fue el lanzamiento de “Taxi para tres” film escrito, dirigido y producido por Orlando Lubbert, quien con el apoyo del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (FONDART) logró plasmar en la pantalla grande la realidad de la marginalidad en nuestro país.
Ulises es un taxista que cree poder hacer frente a sus deudas haciéndose cómplice de sus asaltantes. El dinero fácil lo descontrola y quiere seguir por más lo que e ayudará a pagar su Lada. Luego de varios asaltos los delincuentes terminan viviendo en casa de su conductor, en su intimidad, y cuando este quiere dar marcha atrás comprende que sólo tiene por delante el camino de la traición.
“Volante o Maleta” es la frase clave en el film, ya que después de que el protagonista acepta ir al volante, comienza a tejerse la verdadera historia que en momentos desconcierta a cualquiera. En la película es muy fácil confundirse y no saber quien realmente es el bueno y quien el malo, la trama está hecha de tal forma que los papeles se vuelcan fácilmente dependiendo de las circunstancias por las que están pasando los protagonistas.
Además Lubbert logra con algo de ironía reflejar la delincuencia juvenil existente en nuestra sociedad y la relación de esta con la fe cristiana, cuando los asaltantes y supuestos “malos” de la película toman la opción de seguir este camino y no cometer más delitos, movidos por el cariño y el calor humano que les otorga la familia del ambicioso, conductor y cómplice.
Este film en el que entra en juego la lealtad y la amistad en los casos más extremos, fue taquilla en su estreno con 35 mil personas superando al “Chacotero Sentimental”, y las expectativas de su director, según críticos por la buena actuación y caracterización de los personajes, protagonizados por Alejandro Trejo, Daniel Muñoz y Fernando Gómez.
Ulises es un taxista que cree poder hacer frente a sus deudas haciéndose cómplice de sus asaltantes. El dinero fácil lo descontrola y quiere seguir por más lo que e ayudará a pagar su Lada. Luego de varios asaltos los delincuentes terminan viviendo en casa de su conductor, en su intimidad, y cuando este quiere dar marcha atrás comprende que sólo tiene por delante el camino de la traición.
“Volante o Maleta” es la frase clave en el film, ya que después de que el protagonista acepta ir al volante, comienza a tejerse la verdadera historia que en momentos desconcierta a cualquiera. En la película es muy fácil confundirse y no saber quien realmente es el bueno y quien el malo, la trama está hecha de tal forma que los papeles se vuelcan fácilmente dependiendo de las circunstancias por las que están pasando los protagonistas.
Además Lubbert logra con algo de ironía reflejar la delincuencia juvenil existente en nuestra sociedad y la relación de esta con la fe cristiana, cuando los asaltantes y supuestos “malos” de la película toman la opción de seguir este camino y no cometer más delitos, movidos por el cariño y el calor humano que les otorga la familia del ambicioso, conductor y cómplice.
Este film en el que entra en juego la lealtad y la amistad en los casos más extremos, fue taquilla en su estreno con 35 mil personas superando al “Chacotero Sentimental”, y las expectativas de su director, según críticos por la buena actuación y caracterización de los personajes, protagonizados por Alejandro Trejo, Daniel Muñoz y Fernando Gómez.
Por Isabel Becerra
